Desde los años ochenta, cuando formó parte de Deckadas, Carlos Compson entendió que la libertad artística no se negocia. Su carrera ha sido una extensión de esa premisa. A lo largo de cuatro álbumes —Melancolía Inocente, Umbral, El Intermediario y Espuria— ha mantenido el control sobre cada decisión creativa, desde la producción hasta la distribución,